sábado, 26 de enero de 2013

Desvariando con una Matrioska

Un café, una libreta, buen ambiente y mientras estoy escribiendo una de las cartas del café, de repente un chico de nombre ruso, con una caja llena de objetos de madera, se acerca.
Por lo que me cuenta, recorre la ciudad ofreciendo objetos de madera, realizados por él de manera artesanal con el objetivo de becar así sus estudios en Barcelona. Desde luego, empeño y coraje le pone.
Dentro de la caja, diferentes pulseras con cuentas de colores, llaveros de diversas formas, pipas de fumar de madera (que digo yo que no arderán), y... ¿qué es eso? algo llama muchísimo mi atención creyendo que sé de qué se trata, y efectivamente, es lo que yo pensaba, una maravillosa Matrioska. Me encanta.
Creo que la Matrioska es algo tan curioso como simple, pero a la vez, algo tan bello y que se podría utilizar para enseñar y aprender mucho si miramos el objeto no solo como lo que nos han dicho que es.
De hecho, es en honor a la Matrioska que me gustaría proponer un pequeño juego en este desvarío. Haciendo una llamada a la creatividad de la gente, me encantaría  poder reunir tantas ideas o interpretaciones de conceptos, lecciones, creencias o cualquier otra cosa que se os ocurra, entorno a como se puede ver o usar la Matrioska o su concepto.
Para poder participar en el juego, podéis usar el blog o bien el twitter poniendo @CarlosCasquet seguido de: La Matrioska como...; luego poned si queréis el enlace del desvarío, así otros podrán participar también. Lo que quisiera demostrar con ello, es que hay tantos puntos de vista como personas observen, y me encantaría que la gente no se limitara a únicamente escribir una sola visión, todas las visiones son válidas. Así que animaros, y demostrad que la creatividad está en todas las personas, y que la imaginación y las ganas de jugar que teníamos de niños, aun están en nosotros.
Yo os pondré algunas de mis interpretaciones:
- La Matrioska como una cebolla. Llena de capas.
- La Matrioska como una persona llena de miedos y tabúes.
- La Matrioska como el crecimiento y desarrollo hacia el interior.
- La Matrioska como un secreto bien guardado.
- La Matrioska como una oportunidad para desarrollar vuestra creatividad.
- La Matrioska como...

jueves, 10 de enero de 2013

Novena carta: un café con realeza y realidad...

Ya han pasado los reyes y me encuentro en el norte. Mi café hoy está algo pensativo, pero aún así, siempre con ganas de contarme alguna historia.
Me encuentro en un lugar curioso, una bonita taberna con mucha madera y algo más que un nombre propio de los tréboles. Y es que el que fue Rey de Munstar y Rey Supremo de Irlanda es a quien se honra, Brian Boru.
Muchos estarán ahora haciendo balance de sus regalos, otros seguramente, luciendo y presumiendo de ellos. Sin embargo, son épocas de rebajas y muy seguramente habrán muchos que removerán los restos de las tiendas, como si no hubiera un mañana, como si el mundo llegara a su fin, esperando encontrar aquella oferta que sea únicamente un regalo psicológico con el fin de calmar su decepción navideña, o quizás simplemente por el hecho de modificar todo el vestuario ya anticuado y tan usado que ni los mejores suavizantes son capaces de volver a dejarlos en un estado decente. En cualquier caso, me apiado de vosotros.
Y es que aunque enero siempre sea un mes duro debido a los desajustes en las cuentas bancarias, seguimos viendo el consumismo que se nos inculca socialmente, seguimos creyendo que la felicidad está expuesta en un escaparate, sin ver que en el fondo, en ese escaparate solo están las cortinas de humo y las vendas con las que no vemos la realidad. Solo estarán las joyas de la corona que nos querremos poner, a fin de poder, con ellas, entremezclarnos con una falsa realeza.
Pero, en el día a día, ¿qué merecemos de esa realeza? ¿en que nos basamos para juzgar la categoría o posición social que nos coloque más arriba o más abajo en un mundo lleno de reinos sin conciencia?
Si miramos atrás, antiguamente siempre se valoraban a los grandes reyes por su coraje, su honor, su valía, por la verdad, la bondad. Todo estos valores eran los que verdaderamente hacían que un pueblo llamase a su rey, un grande. Pero todo ello queda ya muy distante de nuestra era, el tiempo, poco a poco, dio el poder a otros valores como la codicia, la ambición, la ansiedad, la superioridad y ahora todos quieren ejercer su derecho a corona sin siquiera tener un reino donde poder gobernar, sin siquiera saber hacia donde deberían guiar su trono. De este modo, día a día, una gran masa sin líderes de calidad, cae poco a poco en un pozo sin fondo.
Es cierto que la vida, tu vida es un largo camino que debes recorrer, y que en ese camino, cada uno de los pasos que des cuenta, porque con cada paso, en cada lugar que pises, puede que si demuestras ser una gran persona, si demuestras ser merecedor de ser un grande, los que se vean beneficiados por tus valores te nombraran como un grande, te convertirán en un gran rey. Pero ten claro que esa corona, jamás será comprada, jamás será autoimpuesta, siempre serán los demás quienes te la otorguen.
Por ello, te invito a que te conviertas en un merecedor de esa corona que tanto se anhela y que jamás se encontrará entre las ofertas de ninguna tienda. Sé quien el mundo merece que seas, da aquello que nadie ofrece, agradece todo y da sin esperar recibir, y entonces te convertirán en un grande. Como en su día se convirtió al Gran Rey de Irlanda Brian Boru.