Que la vida está llena de etapas es algo que todos asumimos
y damos por hecho, pero.. ¿de cuantas etapas se compone tu vida? o ¿cuántas
etapas son una vida, cuantas son necesarias como mínimo? ¿y como máximo?...
Hoy estoy sentado en un bar muy poco especial en comparación
al resto de lugares donde suelo escribir estas cartas, pero es que ando algo
justo de tiempo y no me puedo dedicar mucho tiempo... escusas baratas...
En cualquier caso, la cuestión es que hoy aquí al lado de mi
trabajo encontré un lugar donde sentarme y aunque con sabor agridulce, poder
escribir y sacar un mensaje positivo de todo aquello que siento y veo.
El lugar en si es pequeño y sencillo, dulce hasta lo
empalagoso, todo de color chocolate y rosa pastel, el olor a azúcar es
constante y aún siendo un espacio muy comercial, debo decir que siempre que
vengo me siento a gusto. Quizás sea el hecho de haberme habituado a desconectar
del trabajo aquí, o bien, al dulce sabor de sus cafés y sus donuts.
Etapas... donuts... libre la imaginación...
Seguramente Homer Simpson podría encontrar una etapa en cada
donut, e incluso muchos policías de la gran pantalla(y seguro que alguno del
mundo real), pero no puedo evitar al mirar el mostrador, ver en cada donut una
buena metáfora de cada una de las etapas de la vida, de todas esas etapas
diferentes que nos aportan nuevas experiencias, y que cada una consista en diferentes
ingredientes estrella aunque en el fondo no dejen de ser muy parecidas las unas
a las otras, con un inicio y un final de manera circular.
El donut... de forma redonda que siempre vuelve a su inicio
y que además en su centro tiene un agujero que nos recuerda que no solo podemos
caer hacia afuera del camino, sino que también puedes caer hacia dentro... Visto
así, Homer puede que sea uno de los mejores filósofos.
Volviendo a la realidad que me rodea, y dejando de lado el
mundo metafórico del donut, la verdad es que se que pronto empezarán nuevas
etapas, nuevos retos y nuevos objetivos, o mejor dicho, serán los mismos pero
con diferencias en el ingrediente estrella, no obstante se que el saber que esos
ingredientes cambian me da cierta tristeza.
Cuando se que dejo atrás algo, siempre se tiende a prometer
volver a por ello, sin embargo, no debemos engañarnos ya que sea como sea, no
vuelven tan facilmente las cosas. nada es para siempre y nada vuelve a ser lo
que dejo de ser. Aún así, me alegro, me alegro por estos nuevos retos y me
alegro que se produzcan. Debemos aprender a alegrarnos de estos pequeños
cambios, nada de tristezas al dejar algo atrás, si te produce tristeza es
porque era algo bueno, es evidente, pero puede que mañana ese bueno se
convierta en algo mejor.
Por ello, esta carta es para mis proyectos y mis cambios y
para los que me los regalan, a los cuáles quiero dedicarles los mejores deseos
para sus nuevas aventuras, etapas y donuts. Espero que pronto pueda volver a
compartir rosco, camino , etc. Porque como ya sabemos..., Que la vida está
llena de etapas es algo que todos asumimos y damos por hecho, pero.. ¿de
cuantas etapas se compone tu vida? o ¿cuántas etapas son una vida, cuantas son
necesarias como mínimo? ¿y como máximo?...
Mi respuesta es clara, no las suficientes!
Dedicada a J.M. al cual le deseo muchas buenos momentos
degustando esos nuevos donuts que te llegan!