Hace mucho tiempo ya, recuerdo un tiempo en el que solo
escribiendo conseguía aliviar la pena que sufría mi corazón. Recuerdo que en
aquellos tiempos no importaba el frío, el sol, la lluvia, no importaba reír, no
importaba la felicidad, no importaba la soledad, no importaba nada que no fuera
sacar aquel dolor que me aquejaba por dentro, que me atrapaba en una tristeza más
propia de otro mundo que del que nos rodea.
En aquella época, nada tenía sentido y nada necesitaba
tenerlo. El amor era mi sino, era mi motor y por desgracia para mí, solo el
desamor su combustible. No obstante, mucha gente se maravillaba con mi llanto,
se asombraba con mis lágrimas más secretas, expresadas en aquellos versos de
los que hablo ahora y en los que jamás encontré la felicidad.
Hoy siento de nuevo esa necesidad de escribir, hoy siento de
nuevo que necesito volver a ese ningún lugar en el que tanto tiempo estuve
andando, sin saber a dónde... Por eso hoy volveré a escribir, como dijo
Neftalí, los versos más tristes, y será en honor a aquel tiempo que ya pasó,
será en honor a aquel tiempo que no debe volver, será en honor a mis silencios
y a mis lágrimas, pero ante todo, será en honor a mí, a lo que soy hoy, a lo
que quiero llegar a ser mañana y en honor a la dureza del camino, que es el que
le da valor a todo lo que he ido logrando y pienso lograr en esta vida.
"Siento tristeza y no sé bien porqué, soy feliz pero no
siento mi felicidad, el vino sabe a harina y no disfruto de este viaje. Mi mano
quiere escribir, quiere gritar pero no sabe cómo. Lo que antaño fue fluido, hoy
cuesta de sacar, y crece dentro de mí doliendo más que nunca. Se oye un grito
desolador, pero nadie lo escucha, se me eriza la piel, mis huesos se estremecen
y siento un frío seco dentro, del que no me puedo abrigar ni siquiera en tus
brazos amor. Mis ojos lloran cuando ven la luz, pero saben que son lágrimas de
dolor porque todo huele a ceniza. Todo se arrasó. Todo aquello que plantamos,
todo aquello que florecía ayer, hoy no es más que polvo y muerte gris, todo se
quemó por culpa de quién jugó con fuego en el lugar equivocado y ahora ya es
tarde, el mal ya se hizo y solo me queda marcharme o esperar a que la escasa
lluvia limpie todo y devuelva la vida a esta tierra infértil... En cualquier
caso, con el tiempo mis ojos volverán a ver las flores de lo que será, más que
nunca mi hogar"