Hoy no me encuentro en ningún café especial, si lo comparo
con los lugares que normalmente regento, aunque tampoco es un sitio aburrido o
desaliñado. De éste, si algo me llama la atención, es sin duda su nombre,
gracias al cual me acuerdo de mis raíces, y como no, me hace creer, más si cabe,
que siempre en la costa o en Costa, podré encontrar buenos momentos, y
disfrutar de mis propios pensamientos.
No son más de las siete y media de la tarde y el lugar está
bastante vacío, ya que aquí al parecer a estas horas son horas de estar en casa.
No obstante, aún se pueden ver algunos empresarios haciendo horas extras con
sus ordenadores, alguien que escribe, alguien que mira el boceto de algo que no
puedo ni siquiera imaginar. Cerca de mí, Portugal ocupa un teléfono que no deja
de sonar, y debo reconocer que me gusta el acento portugués, me acerca a mi
lengua materna.
Un poco mas allí, un hombre busca y rebusca en un catalogo
de vehículos de segunda mano, quizás un clásico deportivo inglés para
restaurar, quizás un vehículo para trabajo, no lo sé, pero seguro que en
cualquier caso, la decisión será tomada con conciencia, pues es así como se
dedica minutos y minutos a leer y releer y mirar y remirar cada una de las
interesantes opciones. Al fondo una pareja parece disfrutar del tiempo libre
del que se dispone, aunque yo, últimamente no lo tenga.
Estos días, mis horas se han hecho eternas y sin duda
alguna, todo aquello que antes me hacía fuerte, parece esconderse, pero perder
fuerza, cansarse e incluso desvanecerse a veces es parte del viaje y hay que
saber sufrir los males del camino cuando se anda, y la verdad es que no me
arrepiento para nada de lo ya andado y pase lo que pase seguiré andando,
seguiré peleando, seguiré en definitiva, viviendo.
Hoy, después de días sin tiempo ni siquiera para poder
reflexionar, me paro a recordar algo que escribí en otra carta, y es que cuando
estés perdido, no te agobies, no te preocupes, entra en un bar, pide un café y
espera a ver qué pasa. Yo debo reconocer que llevaba ya días perdido, pero no
podía dedicarme minutos a mí, pero hoy parece que vuelvo a sonreír, vuelvo a
ser un yo que tenía algo olvidado y ya lo echaba de menos, y curiosamente hoy
volví a sentarme a leer un café.
Como ya he dicho, muy duros fueron los momentos en los que
me he ido encontrando, pero a pesar de ello, he podido aprender grandes
lecciones, sobretodo en mis numerosos encuentros con diferentes partes de un
mundo que cada día me asombra y me fascina más, ahora, me gustaría regalaros
una de las mejores frases que he oído, y estaré siempre agradecido de la
persona que me la dijo, por darme energía cuando lo necesitaba, por animarme y
apoyarme, por creer en mí cuando yo no creía, por hacerme orgulloso de decir
que le conozco y por poder decir que aprendí de él, gracias W. Z.
“Mi éxito o mi
fracaso están determinados solo por mí”
Y es totalmente cierto que solo nosotros nos determinamos el
resultado logrado. Para despedirme, me gustaría exponer cual es para mí el significado
de fracaso. Fracaso no es no conseguir llegar a donde quieres, fracaso no es no
poder afrontar el reto, fracaso es no querer intentarlo, fracaso en la vida
jamás será la muerte, fracaso en la vida siempre será no haber vivido. Vivid y
sed siempre vuestra mejor versión, jamás dejéis de andar aunque las piedras
hagan daño en vuestros pies y sobre todo, de tanto en tanto, dedicaros un
tiempo a recordad el camino andado, porque todo ese trayecto es sin duda
vuestro éxito hasta hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario