Hace tiempo las palabras con las que definí esta isla en la
que hoy me encuentro eran, que no me volverían a ver de nuevo aquí. Cosas del
destino, años después, de nuevo aquí me encuentro. No debemos decir, de esta agua nunca beberé,
ya que parece que controlar ciertas cosas es algo imposible.
Me encuentro en Ibiza, recordando un pasado demasiado bueno,
viviendo un presente totalmente impredecible e interesante y preparando un
futuro prometedor. Hoy mis palabras se encuentran en Ca l’Aguirre, donde me he
decidido a dedicarme mi café, y a ver y leer mi propia historia. Lo necesitaba,
la verdad.
Rebuscando entre mis recuerdos, entre muchas sonrisas y
algunas carcajadas, encuentro una afirmación que nos llegó en aquella anterior
visita. En ella se afirmaba que esta isla era mágica, se afirmaba que esta isla
tenía alguna conexión cósmica, algún magnetismo, una especia de onda, y que
solo se podía sentir en estos lares.
La verdad es que no sé si fue el momento ni el lugar de
escuchar dicha afirmación, las risas fueron bastante evidentes al respecto,
pero hoy, me planteo de nuevo la afirmación, debo reconocer que ha sido poner
un pie en esta tierra y sentir un cambio en cómo se ven los colores del mundo.
De tonos grises, negros y blancos pasé a toda una gama de color, más que amplia
y con mas luz y brillo de lo normal.
Quizás sea cierto que todo es magia y que si te dejas llevar
por el corazón y por la ilusión, todo se ve de otro modo.
Yo como viene siendo de costumbre, no tengo mucho tiempo
para poder dedicarme, ni dedicarle a mis tan queridas ya, cartas del café, pero
si podéis, dedicaros una horita a rellenar huecos en vuestras historias, a leer
y releer para escribir y reescribir aquello que creíais conocer, y luego
dedicaros a ver esa misma historia que tantas veces visteis, pero añadiendo las
nuevas escenas y capítulos. Recrear y recrearos, inventad y reinventaros,
destruir lo construido y reconstruirlo.
Como siempre digo, solo podemos reencontrarnos tras habernos
perdido. Y yo vuelvo a estar aquí. Ahora, me toca de nuevo partir. Nos vemos en
los cafés del camino.
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