lunes, 30 de diciembre de 2013

Desvariando con un piano y un acordeón

Oigo cadenas que se arrastran tras de mí, pero no estoy muerto. Siento el frio aliento del tiempo corriendo hacia mí y está cerca, pero yo corro también, aunque a veces no sepa bien hacia donde, aunque a veces no entienda el porqué.
Veo una película a todas horas, son las imágenes del pasado. Las veo a cámara rápida, sin sonido ni color, borrosas, antiguas, pero sonrío al sentir cada instantánea de nuevo. Por un momento el frío desaparece, las lágrimas brotan y tú estás de nuevo aquí, siento tu luz, siento tu cálido abrazo, un solo instante de inmensa felicidad y te vas, te alejas. Arranco, corro de nuevo, oigo gritos, llantos, allá donde miro solo muerte, solo dolor, tristeza noche, polvo y cenizas.
¿Dónde están los arboles que plantamos? ¿Dónde están las flores del jardín? ¿Donde están los verdes prados en los que nos besábamos por primera vez? y los pájaros que lo vieron ¿Donde anidan ya? ¿Dónde revolotean las mariposas? ¿Dónde está el paraíso que existió y de que solo quedan recuerdos desgastados? ¿Murieron o los mate?
Yo aún siento que quiero estar ahí, aún quiero explorar este maravilloso mundo irreal a tu lado, porque lo creamos juntos, lo creamos solo para nosotros, es el fruto de nuestras ilusiones, de nuestros sueños, era nuestro mundo.
En él, no cavia el mal, no existían los llantos, no había gritos ni existía nada capaz de oscurecer la luz, estábamos tu y yo, en nuestro mundo irreal, el que todos intentaban hallar, el que todos envidiaban y el que nadie entendía.
Las cadenas ya no están, puede que sea libre de nuevo, quizás sea el momento de salir en busca de otros sueños, de nuevas ilusiones, de nuevos edenes, pero esta vez, iré solo. Esta vez, todo será la mitad de paraíso, todo será la mitad de lo que podría haber sido, porque me faltaran tus ilusiones para poder hacerlas realidad, y faltará quien haga realidad las mías. Aún así, viviré en mi Edén, aprendiendo a soñar para mi, a ilusionarme en mi y a hacer de ellas mi propia realidad.
Pero solo, hasta que tu regreses, amor.

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